Las hormigas son uno de los grupos de artrópodos
más diversos, en muchos ambientes, estos organismos comprenden la mayor parte
de la fauna de artrópodos. Además, presentan diversos tipos de relaciones con
otros organismos lo que las hace importantes en diferentes ecosistemas (Agosti et al. 2003), y han sido consideradas
como indicadoras de perturbación y de rehabilitación de ecosistemas (Olson
1991).
Dentro de la familia Formicidae, las hormigas cazadoras forman un grupo con
características primitivas, se caracterizan por ser insectos de
hábitos predadores y habitantes del suelo, con colonias pequeñas y nidos en
madera descompuesta o en hojarasca (Hölldobler y Wilson 1990, Longino y Hanson 1995).
Dentro de los formícidos, este grupo se ha considerado primitivo por algunos
aspectos morfológicos y comportamentales, tales como el hábitat preferido,
formando dos grandes grupos, las hipogeas y las epígeas, es decir, las que
cazan presas bajo la superficie (las llamadas hormigas subterráneas) y las que
cazan sobre la superficie del suelo.
Las
hormigas cazadoras se pueden identificar por su tamaño, en este caso el tamaño
total de las obreras que son los individuos estériles responsables por las
tareas no reproductivas de la colonia y
especies minúsculas que habitan en la hojarasca siendo depredadoras
especializadas, tal es el caso de Hypoponera
y Gnamptegenys mordax (Silvestre et al.
2008).En cuanto al tamaño se pueden dividir en tres grupos
comparativamente, las grandes (> 1 cm), las medianas (de 0,5 cm a 1 cm) y
las pequeñas (de 2 a 5 mm) (Brandão 2008). Estas hormigas son frecuentes en
áreas boscosas húmedas, pero también habitan bosques secos con lluvias
estacionales (Lattke 2003).
A
pesar de ser uno de los grupos de insectos más importantes en los bosques lluviosos
tropicales en términos de biomasa y abundancia relativa, junto con las
termitas, las hormigas representan solamente cerca del 2% de las
aproximadamente un millón de especies de insectos descritos hasta el momento,
sin embargo comprenden cerca del 50% de la biomasa de insectos de los bosques
tropicales. Como grupo ecológicamente dominante en todos los ecosistemas de la
tierra, de la tundra a los bosques tropicales, las hormigas interaccionan con
muchos otros organismos y consecuentemente participan de forma significativa de
los procesos funcionales de los ecosistemas, como en la regulación de la
abundancia de otros artrópodos (Fernández et
al. 2008).
A las hormigas cazadoras se les reconoce como poneroides y ectatomminoides, y las
subfamilias de estas hormigas, como tantos otros grupos de insectos, tienen una
historia taxonómica caracterizada por diversas propuestas de límites y
contenidos internos. Antes hacían parte de la subfamilia Ponerinae en el
sentido de Fernández (1990) o «poneromorfos» en el sentido de Bolton (2003) y
ahora se dividen en dos clados aparentemente naturales, el clado Poneroide y el
subclado Ectatomminoide del clado Formicoide (Brady et al. 2006 citado por Lozano-Zambrano 2008). Ya para 1851
Frederick Smith clasificó varias de estas hormigas como familia Poneridae, y desde entonces se crearon
multiplicidad de subfamilias y tribus para muchos de los taxones que
actualmente se ubican en estas agrupaciones. Bolton (1994) ofrece la historia
de todos los nombres propuestos en Ponerinae
s.str. y las actuales
subfamilias de poneroides y
ectatomminoides (Fernández et al. 2008).
El grupo Poneroide se compone de
cuatro subfamilias, y el grupo Ectatomminoide se compone de dos subfamilias (Bolton 2003, citado por
Fernández et al. 2008).
La
mayoría de las especies de hormigas cazadoras presentan unas características
morfológicas distintas de otros insectos, como las antenas en codo, glándulas
metapleurales y una fuerte constricción de su segundo segmento abdominal en un
peciolo en forma de nodo (Figura 1, a). La cabeza, mesosoma (el tórax más el
primer segmento abdominal, fusionado a éste) y metasoma o gáster (el abdomen
menos los segmentos abdominales del peciolo) son sus tres segmentos corporales
claramente diferenciados. El peciolo forma una cintura estrecha entre su
mesosoma y el gáster. El peciolo puede estar formado por uno o dos nodos (sólo
el segundo, o el segundo y tercer segmento abdominal).
Las
hormigas, han llamado la atención de varios investigadores por su función
dentro de los ecosistemas naturales y manipulados, tanto en estudios de conservación como por su
posible uso en control de plagas.
En varios países, se ha evaluado el potencial de
las hormigas como controladoras biológicas de la broca de café Hypothenemus hampei Ferrari. Vázquez et al (2006), reportaron un aumento de
la depredación de broca en cafetales tradicionales en México, argumentando que
los cultivos con sombra de árboles forestales permiten el establecimiento de
una mayor diversidad de hormigas. En este mismo país Armbrecht et al. (2003), analizaron el efecto de la depredación
de hormigas sobre pupas de C. capitata, encontrando que fue
prominente en todos los hábitats estudiados, así como también, se evidenció gran
potencial para controlar la broca del café barrenador (Hypothenemus hampei)
por parte de las hormigas que anidan en rama. En Colombia Gallego et al.
(2005), resaltan la importancia de la composición y la estructura del cultivo de café, pues esta afecta la
diversidad de hormigas asociadas que pueden ser de utilidad en los programas de
control biológico, estos autores evaluaron el potencial de depredación de hormigas para
controlar la broca del café en ensayos de campo y laboratorio.los resultados
que obtuvieron muestran que existen posibilidades para su utilización en el manejo
integrado de la broca del café, sobre todo en fincas con sombra. Varón et al.
(2005), estudiaron el potencial de
depredación de tres especies de hormigas que son muy comunes en arbustos de
café, sobre Hypsipyla grandella (Lepidoptera:
Pyralidae), comúnmente conocido como “barrenador”, obteniendo que las
tres especies presentaron un gran potencial en al menos un estado de esta polilla,
con niveles de hasta el 100 por ciento.
Priscila Montealegre
Bióloga
Joven Investigador
Universidad del Quindío
¡Muy buen articulo!
ResponderEliminarCompleto y con excelente fuentes.
¡Felicitaciones!
Un saludo desde Medellín.